En este mes tan auto-destructivo
en el que inundo mis pulmones
y asfixio mi hígado
me descubro cubierto de mierda.
Soy una función recursiva
de una función recursiva
de una función recursiva.
Mis días son bucles monótonos;
de otro día monótono;
de otro día monótono;
sin ninguna variable
que condicione las cervezas
que tomaré al llegar a casa.
Mis días son bucles monótonos;
de otro día monótono;
de otro día monótono;
que sacuden mi cabeza
como una ventisca en Alaska.
Una expresión asíncrona *,
un condicional que insiste,
*que suplica clemencia
en la necesidad de finalizarse,
de encontrar una excepción
que altere el espacio-tiempo,
antes de poder alterarse.