Mis dedos surcando
un mar de plata,
tus ojos cerrados,
seré tu almohada.
Recuerdo…
recuerdo tu cara en mi pecho,
recuerdo tu fatiga y cómo
acariciaba tu pelo,
cómo olías a rosas
del cielo recién podadas,
cómo intentaba no moverme
porque no te despertaras.
Me sumerjo en el hueco
que asoma en tu sonrisa,
apago mi vista, sueño,
océanos de besos.