Caminos de recuerdos

Aspiro tu respiración,
sudor de tiempo sin vernos,
caigo de tu comisura
a comer tú dulce caramelo
y vivo buscando el cuento
de aquellos días de abril,
en los que dormíamos sin sueño,
como tocados por las arena,
(Victimas de Morfeo)
te conté mi pena eterna
y dormí apoyado en tu pecho,
ahora sigo el rojo hilo
que se huye tan lejos
y tiro de él como puedo

porque creo
que estás al final del camino.

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