Confundí el lucir de las farolas
con la luna que te riela,
aullo mi alma entera,
fantasma de sueños de la aurora.
Luché contra gigantes,
y salí vencedor, con una derrota,
luché contra molinos,
y perdí el aliento,
aspas de nogal vencido.
Nadie nunca admitió
morir poco a poco en tu olvido,
hoy te quiero mas que nunca
pensando que no te has ido,
pensando en el día que pueda
susurrarte al oído,
que esté triste gilipollas
no quiere darlo por perdido.
El cielo cae a cachos,
el mar está movido,
sueño amanecer en tus brazos,
ni los buenos son tan buenos…