En tu espera me siento,
a que pase el tiempo,
tiempo que podrá traer
los olores de tu viento.
En tu espera maullan las mesas,
en la espera de que creas
que puedo ser
lo mejor de mi contigo.
En la espera
de poder despertar en cada día
asfixiado en el aroma de tu cabello.
A la espera,
como estatua oxidada
que necesita que pare la lluvia,
a la espera de verte
a diez metros,
para que me tiemble
el cuerpo entero,
y flaqueen mis fuerzas
con el sabor del primer beso.