Otro giro a la izquierda
me deslumbra el brillo azafranado
de las paredes.
Fósil que destierra
el recuerdo fugaz de tus labios
de tus dejes.
Memorias muertas que me llevan
al centro de este laberinto
de subir al Teide.
Llegaré
y con sumo cuidado guardaré
en una caja las brujas y los demonios
que saben de mi fin
ordenaré con cuidado
los versos que te di
y una vez acabado
¿Cómo salir de aquí?