Con los primeros rayos
se calienta el alma,
luz de mañana
que alimenta su nombre,
como su despertar,
maraña de calor que palpita,
con solo olerla desquicias,
reina de un rey sin reina.
Sin el sabor de sus besos,
descubro
más cerca el infierno.
Con los primeros rayos
se calienta el alma,
luz de mañana
que alimenta su nombre,
como su despertar,
maraña de calor que palpita,
con solo olerla desquicias,
reina de un rey sin reina.
Sin el sabor de sus besos,
descubro
más cerca el infierno.