Lejos

Con mi barco de nuez,

escribo a las olas que paren 

de este vaivén,

el susurro difuso

de tú amanecer.

 

Que pare el dulce grito

de tus caderas bailando.

Que pare el sonajero

que replica la ausencia

de tu sonrisa.

 

Que pare el mundo.

Que con tu risa me voy 

volando al siguiente universo

donde nunca te fuiste

donde comerte a besos.

 

Y en miles de kilómetros 

que nos separan

sólo te deseo lo mejor,

que seguramente sea lejos,

lejos de este ser.

Lejos.

Deja un comentario