Verborreico

Tu escultura, es cultura,

cintura que me tortura,

la textura de tu natura

nunca me satura,

pero la fractura tura

con mi futura ventura.

 

Como oscura figura,

busco aventura en tu cerradura,

y la comisura de tu dentadura

jura que necesito bravura,

para ahogarme en tu pura espesura

que censura mi tesitura.

 

Ternura y amargura

que perdura y conjura,

que impura mi magulladura.

Miniatura de tintura

que anchura y desfigura

la locura en mi basura.

 

 

 

De la rubia a la gitana

No todas las estrellas

duran lo que tienen que durar,

mas, hoy en el cielo,

brillas la que más entre ellas.

el tiempo curará,

lo que tenga que curar.

Seremos abono, ceniza y asfalto

pero tu sonrisa quedará,

como quejumbre de tu ausencia,

quedará.

 

Habrá a millones de años luz

estrellas más grandes que

nuestro sistema solar.

Habrá cielos distintos sin tu

muestra de felicidad que

nos subía a las luces de tu altar.

 

Hoy Martes, mi pecho se hunde,

ante las últimas palabras

que le dedico

a tu cuerpo malherido,

tu sombra excluye

el latir de mi pensamiento.

 

No puedo creer tu cese,

no puedo culpar a nadie

y por mucho que me pese,

me cuidarás, me protegerás,

desde la nube que tu reines.

 

Se me apaga la respiración,

se me apaga el aire

y busco en tu recuerdo

tu último desliz y acción

con la que recordarte,

amiga, me acompañaste sin condición,

dime, si sólo fue soñarme.

 

Se que sufriré.

se que nunca quisiste

que nadie pasará por esto,

quiero que descanses en paz

y ser feliz hasta el momento

que yo sea polvo

y vuelva a verte de nuevo.

 

¡Escapa!

¡Huye!

Huye, porque nunca luchaste,

huye, porque es lo más fácil,

huye porque intentarlo

sería bailar lo que bailaste

con otros zapatos, pie ágil.

 

Fúgate y dime,

que me querías, fúgate y dime,

que no se acabó cuando aparecieron

vientos de otros tiempos

que miraban sólo para si,

ventanas que nunca abriste.

 

¡Escapa!

Pues así nunca, te enfrentarás

a nada que no quieras plantar cara,

escapa porque así,

la vida es más sencilla,

no hay que vivir mis taras.

 

Y corre,

corre porque en la distancia,

las cosas se ven más pequeñas,

como el beso que debo darte

por haberme llenado como quien escancia

mis dudas y el miedo a equivocarme.

 

 

Mi reino

Soy rey de mi mundo,

no buscaré más trenes

no buscaré más culto,

reinaré mi dejes,

la mierda que me come

la sangre, las pelusas,

las ganas de tocar tu alma.

Reinaré sobre el mar de metal

que inunda mi mesa,

reinaré sin reina

con mi torre hebrea,

reinaré con mis caballos suicidas

al comienzo de septiembre,

donde ya no necesito llegar,

donde ya no quiero buscar.

Tu corazón buscaba

otra persona que te acuchillaba,

yo no puedo hacer eso,

respiro profundo y adentro,

relamiendo los días

que decías que me querías,

relamiendo las sobras

que sobraban de tu boca,

y esperando en mi trono

las noticias de una paloma

que me diga que eres feliz

para buscar en mi almohada

la mejor manera de…

Carcelario

Caí preso dentro de mí.

Yo soy mi prisionero,

soy mi verdugo y carcelero

y en este corredor sin fin,

buscaré en mis cadenas

la forma de huir.

Elegiré mi cena,

algo que reviente mi hígado

y mis pulmones,

pensaré, que será un momento,

que no dolerá,

que mis manos se juntarán

y mis dedos se irán sintiendo

resbalados por el cuero

de una silla rota.

Me susurro, carcelero:

-Hoy ha tocado, es la hora.

Peces del silencio

Te desvaneces,
día a día te va cubriendo un velo.
Parecía ayer
cuando me ahogaba en tu cuello
y repetía el error
de caerme en tus ojos inciertos.
Peces del silencio,
en otras épocas nadaban a contracorriente,
hoy cenan el concierto
de chasquidos de metal que enfrían
mi dieta de doce raciones
de ciento sesenta y una kilocalorias,
mis ganas de alimentarme
de despertares al socuello de tu risa.
Jugué al juego con unas reglas
en las que yo siempre perdía,
tiré los dados, intente ganar,
como un camaleón, desaparecías.

El descanso

Soy un koala mecido

entre tus verdes ramas,

me estiro y busco

otro tallo donde quedarme dormido.

Tu cabeza posada en mi pecho,

que estalla tranquilo,

busca sentirse esta noche

acunada entre mis latidos.

Yo, exiliado de otros mundos

acepto y me hundo en tu vino,

olor a magia candente,

sol de la mañana huído.

Me refugio en tu cuello,

estatua de marfil erguido,

sombra de una esfingue herida

a quien mis labios sacan brillo.

Bajaré al monte de los mil olvidos

para contarte historias de saliva

y escribirte poemas sin sentido,

mente laberíntica, sonrisa de suspiros.

Diario de un idiota

Se me escapa de las manos
cada suspiro que sale de ti,
no sé cómo hacer para
cuidar que no sepas que soy imbécil,
para poder respirarte en cada verso
que sale de tu sonrisa,
para aunarme en tu flor de helecho.
No sé si podré salir de tu mirada
de tus tonterías que me llaman al alba,
eres una marabunta de dedos enlazados
y pies fríos como un témpano.

Cuando se parten las máscaras

Cuando se parten las máscaras

se asoman los monstruos,

cuando se desploma el telón

huye el hilo de la madeja,

se derriten las cadenas,

se oyen mirlos y sirenas.

Cuando se parten las máscaras

octubre se ríe y noviembre se mea

de un diciembre acalorado

ahogado en sudor y perlas,

como un suspiro que nace

en el fondo inexplorado, negra selva.

Me quito, se caen y resbalan,

los pedazos que quedan en mi cara,

máscaras  de cera que muestran

que no se debe construir en una ciénaga.

Entenderes

Aún no me acostumbro
a la luz de tu luna creciente,
antorcha que anula la oscuridad
incrustada dentro de mi mente,
acrobática escalera blanca
encerrada tras tu poker de diamantes.
Tampoco entiendo el jazmín
que supura tu risa, volver a despertarse,
buscaré bajo tu ombligo
la manera de ocultarme
y en la noche erguida,
como un sonámbulo, buscarte.